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Medicina Prehistorica

 La enfermedad y la muerte no han hecho jamás distingos en hombres y animales, creando en ambos desde tiempos prehistóricos la necesidad imperiosa de aliviar sus sufrimientos. Se puede decir que enfermedad y dolor físico nacieron con la vida. Antes que el hombre existieron los animales y el estudio de las enfermedades en los animales y en el hombre prehistórico es lo que constituye la paleopatología, cuyos métodos son el estudio de los restos humanos o animales, de las momias, de las figurillas de arcilla y en general de los objetos encontrados.

 

Algunos animales por instinto, como lo hacen hasta hoy lamían sus heridas, otros espulgaban los parásitos y extraían las espinas incrustadas en la piel. El hombre prehistórico reaccionó instintivamente y ante un dolor abdominal o muscular empleaba la fricción, chupaba las heridas y para contener la hemorragia se valía de la compresión. Más tarde y desconociendo siempre las leyes físicas de la causalidad, el hombre frente a los fenómenos de la naturaleza, que le ocasionaban unos y admiración y otros pavor, atribuyó estos fenómenos a voluntades todopoderosas y sobrenaturales, de las que distinguía buenas y malas y las perfeccionó el sol, la luna, los volcanes, el fuego, etc., a los que tributó reverencia. La enfermedad era ocasionada directamente por esas voluntades o por aquellos espíritus malignos y a veces por otros seres humanos en quienes creían se había encarnado aquellos espíritus. Se creó así un concepto mágico y un concepto religioso de la enfermedad que había de perdurar por milenios.

 

La medicina primitiva fue pues, intuitiva, mágica y religiosa; pero pronto la experiencia le demostró al hombre primitivo que había ciertos vegetales que suprimían la fiebre, que curaban más rápidamente las heridas, etc., y comenzó a usar estos vegetales en una medicina mágica, en la aplicación de los procedimientos curativos como mágica siguió siendo la interpretación de la enfermedad. Pero mal podríamos calificar como mágica a la aplicación terapéutica de la Botánica que la experiencia enseño a nuestros antepasados, aun que para ellos tales aplicaciones hayan actuado al conjuro de la magia y en su arte de curar haya prevalecido el síntoma y no el diagnóstico.

 

En el Mesolítico donde aparece el Mago o Chaman, tal vez por la necesidad de buscar intermediarios para acudir a los dioses y para destruir la maléfica acción de los espíritus malignos. Este intermediario no podría ser otra sino aquel que demostraba superioridad sobre los demás, aquel que tenía a su cargo la orientación de las actividades en los grupos familiares o en las tribus o clanes. Este miembro de la familia o tribu, especie de practicante religioso, en la que se juntaban las funciones sacerdote, maestro, médico y policía, era llamado mago o chamán, el primer médico en la historia de la humanidad.

 

Los antropólogos han llegado a establecer que el chamán presidía los ritos de la pubertad, de la fecundidad y de la muerte, o sea "los ritos de transición", que se referían a los sucesos acaecidos en la persona y los "ritos de intensificación" con los que se trataba de superar las crisis colectivas como: epidemias, tempestades o hambre.

 

El chamán usaba algunas drogas que han llegado hasta nosotros y que continúan siendo utilizadas en la práctica actual como la cáscara sagrada, la cocaína, estrofantina, curare, efedrina, reserpina, entre otras.

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